martes, 29 de agosto de 2006


Sale una sonrisa con forma de margarita de mi cara. Y si te soplo un hombro, vas a sentir la frescura de un río, y la paciencia del horizonte.
Si caminamos juntos un rato, vamos a ir jugando a que somos horizontales a la hora de la siesta, con manojos de risas, silencios de lana gruesa.
Si caminamos juntos otro rato (la humedad de la tierra y su firmeza nos guían) vamos a ir más cerca de las cosas verdes, las azules, las luces.Si vamos, seguimos, y sentimos cómo late el corazón del otro, sin más ruidos y competencia, si somos más cada ves los que caminamos sin aliento, sin más todos los caminos, todos van a ser sólo caminos, y no hay principio, y no hay final. Para nosotros sólo el intento...y seguir.