Es el instante y no hay más
nada, por delante ni por detrás.
Anda callado, sin nombrar, el instante.
Clama. Es sonido sin nombre, sentido.
Hacia adentro, solamente hacia allá.
Salí a tomar el aire y lo ví, ardiendo
en llamas, me vi. Miré en los ojos de alguien
que pasaba por ahí. Nos vi: andamos juntos por aquí, un instante,
nunca más.
Pero en ese momento
Titiló la eternidad.
sábado, 23 de noviembre de 2019
Cómo contar
Haz hablar al lupino del verano
y la bandurria del valle.
Da la voz a la abeja que aventura latitud sur,
a la orilla del canal,
la constancia del río.
Dala al zorzal,
las amigas golondrinas,
al ñire en flor y al diente de león,
al sol detrás de la montaña,
a la nube,
al llanto, y a la hierba común.
Ellos saben mejor.
y la bandurria del valle.
Da la voz a la abeja que aventura latitud sur,
a la orilla del canal,
la constancia del río.
Dala al zorzal,
las amigas golondrinas,
al ñire en flor y al diente de león,
al sol detrás de la montaña,
a la nube,
al llanto, y a la hierba común.
Ellos saben mejor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)